Desde mi perspectiva, el desarrollo del Talento debe partir de una mirada introspectiva de cada persona. Invitarlos a conectarse con aquellos que los hace palpitar, brillar, y destacarse.
Conocer qué les motiva, y que les frustra. Animarlos a pensar en cuál es su proyectoprofesional, y con qué talentos cuentan para ello, y cuáles son los posibles descarriladores que podrían dificultar tales metas.
El Talento debe cultivarse sobre aquellas habilidades o cualidades que nos hacen brillar, y al trazar nuestro plan de carrera, debemos ser conscientes de cuáles son estos descarriladores del potencial para evitar exponernos a trabajar en zonas en las que no seremos productivos.
Si nos focalizamos en desarrollar nuestras áreas de mejora, es muy posible que, con mucho esfuerzo podamos mejorar, pero sugiero que no busques construir tu propósito profesional en base a las habilidades que no te destacan, ya que difícilmente puedas llegar a brillar y a volverlas un talento natural. Por ejemplo: aunque me divierta el arte, podré aprender técnicas de dibujo y pintura que me brindarán herramientas para mejorar paulatinamente, con esfuerzo y constancia, pero nunca llegaré a ser una pintora talentosa, ya que no nací con esa habilidad innata.